LAS HOCES DE VALDETEJA

Son gemelas de las de Vegacervera, muy similares en su aspecto, aunque menos conocidas, tienen atractivos para el turista curioso que las aventajan. El punto de referencia es el La Vecilla, patria de Pedro de la Vecilla Castellanos autor de un poema en verso glosando la resistencia de los leoneses primero contra los romanos y luego contra los moros. A través de él nos ha llegado la leyenda de Curueño y Porma, aunque también podríamos decir de Porma y Canioseco porque Curueño fue raptor de Porma, otra cosa es que el novio de Porma, Canioseco coincidiera con Curueño en odio a los romanos y en acciones guerreras. Tragedia de amor, celos, sangre, heroísmo, por si esto no fuera suficiente Cervantes en El Quijote lamenta haber quemado este libro "porque no merecía tal penitencia de fuego".

La torre de La Vecilla ha sido cárcel hasta hace poco tiempo, en ella estuvo presa la mujer que asesinó a su marido arrojándolo después al pantano con lastre para que no flotara. Estas historias tal vez algo deformadas alimentan la imaginación de las gentes. De la misma forma que se dice, en plan rehabilitador, que algunos presos hacían labores del campo con el carcelero, lo cual sin duda es un régimen muy especial.  

Desde La Vecilla por Valdepiélagos nos internamos en el Curueño "profundo y legendario" . 

 

 

La Biblia sobre el Curueño es "El río del olvido" de Julio Llamazares. Este libro es la mejor guía posible con la particularidad de tener una muy fácil lectura. Los ribereños del Curueño le deben un monumento a J.LL. y José de la Vecilla. Estos dos autores, en tiempos muy distintos han inmortalizado a su río. Nuestro Vercingetorix particular:Curueño, el  romance de Porma y Canioseco están en la literatura universal porque están en el Quijote y en J. Llamazares. 

La Dama de Arintero, que sustituyó a su anciano padre en la leva para la guerra de Enrique IV contra Isabel la Católica, personifica el amor filial, amor a la patria, valor intrépido femenino y cierta dosis de picardía pues sus encantos la delataron en la lucha cuerpo a cuerpo según unos, y según otros al tirar la lanza se le rompieron los botones de su camisa con lo cual  quedó al descubierto su blanco pecho, el revuelo de la tropa fue tal, que empezaron a gritar "mujer hay en la hueste".El rey (según otras versiones Fernando el católico, 1476, cerco de Zamora) la mandó llamar, impresionado por su lealtad le concedió las muchas mercedes que solicitó para su pueblo. Con este gesto a sus virtudes personales añadió otra más: procurar beneficios para su pueblo. Esto la dotó de su fama como  libertadora de sus paisanos convertidos por ella en hijosdalgo . Es un Mito en la zona con tintes arquetípicos para las mujeres. La heráldica es elocuente:

SI QUERÉIS SABER QUIEN ES ESTE VALIENTE GUERRERO

QUITAD LAS ARMAS Y VERÉIS QUE ES 

LA DAMA DE ARINTERO

O aquel otro que insiste en la belleza femenina compatible con el valor guerrero y la equiparación de los sexos:

CONOCED LOS DE ARINTERO

VUESTRA DAMA TAN HERMOSA

COMO CABALLERO

CON SU REY FUE VALEROSA

El padre Getino divulgó esta leyenda que conocía por ser natural del Curueño, aportando documentación concluyente sobre la veracidad del hecho, obtenida de un personero antepasado suyo.En el museo del Ejército (heroínas) se exhibe un cuadro retrato de La dama de Arintero.

El nombre de la dama era Juana, ofreciendo otra particularidad que la hacía especialmente atractiva para las mujeres de la zona porque se declara "superior a muchos paisanos varones y al ver que su padre, el conde, recrimina a su madre el haber parido sólo hembras, Juana sale en defensa de su madre contra su padre. Estos dos detalles la convierten en una defensora de las cualidades femeninas frente a los hombres y valedora de las madres a las que se las sometía a  exigencias reproductivas excesivas. Por ello las mujeres de la zona repetían la historia, asegurando su pervivencia, como reivindicación feminista.

Modernamente Antonio Martínez Llamas con su novela ha revitalizado la leyenda, dotándola de un sin fin de detalles, que dan un aspecto humano a la heroína. Según AMLL, Juana García descubrió un pecho durante la lucha de Peleagonzalo, cerca de Toro, al dar muerte a un capitán portugués, Almeida, se enamoró de un compañero soldado de Corniero (León), que la retiró a su pueblo donde tuvieron hijos. El rey católico premió su valentía, pero la reina opinaba que no se debía premiar a una impostora por lo que la ordenó que tirara al Esla su vitela de privilegio y la puso vigilancia. Juana burló esta vigilancia sacando una copia de la vitela, haciéndose la muerta en la Candana de Curueño y reiniciando una nueva vida con su compañero de fatigas Azevedo. Toda una peripecia novelesca, pero queda algo desvirtuado el valor de Juana al saber que aquel a quien mató era un valiente portugués que sin manos por el combate, sostenía la bandera con los dientes, en cuyo trance Juana lo remató de un espadazo en el vientre. Pasados los años este portugués Almeida, salvada la vida milagrosamente, mandó un mensaje a Juana, en el que informaba que gozaba de buena salud. Ante tal revelación Juana y su compañero Azevedo acordaron seguir fingiendo la muerte del portugués y la de la propia Juana, para que siguiera en boca de las gentes aquella gesta romanceada.

La utilización turística del mito, inevitablemente conlleva cierta superficialidad. Se repara poco o nada que si aquella guerra la hubiera perdido Isabel, hoy seríamos Portugal, y en vez de cantar a Juana, cantaríamos a Almeida el heroico abanderado real portugués, que a la órdenes de Alfonso V (El africano) pretendía anexionar León y la herencia de Enrique IV (el impotente) a su reino. El mapa de la península hubiera cambiado y la historia de León y Castilla, hubiera tomado otro rumbo, podemos pensar que más africano que americano. Tal vez sea presunción atribuir a la espada de Oliveros (nombre con el que se alistó Juana) la inclinación de la balanza a favor de Isabel, pero el estandarte enemigo cayó por su acción y eso siempre fue signo de victoria. La historia oficial nos dice que quien arrebató el estandarte al portugués fue el cardenal Mendoza.

Un análisis más profundo del mito nos pone de relieve las miserias de la guerra que encumbra a héroes que a su vez llevan una vida personal azarosa, prisioneros de la imaginación popular a la que no se atreven a desengañar por temor a las iras del que se siente burlado.

Rudolf M Dekker, tiene publicado un estudio sobre el travestismo en la Europa del  XVII al XVIII. En dicho estudio relaciona más de cien mujeres que hicieron la milicia como hombres, casi siempre impulsadas por la necesidad de huir del hambre, a la vez que escapar de la prostitución  como alternativa para sobrevivir. Antes o después eran descubiertas y juzgadas severamente, con algunas excepciones en las que fueron admiradas. Vestirse de hombre era un recurso para las mujeres que viajaban, porque de esta manera evitaban los abusos.

La cuestión más inquietante para los historiadores es averiguar cómo se ingeniaban para no ser descubiertas en el ambiente castrense, donde el hacinamiento en cuarteles y barcos era grande, dormían por lo menos dos en cada cama y los ratos de ocio se llenaban con juegos que se basaban en procacidades.

Es conocida la costumbre entre soldados de formar parejas, como manera de protección mutua, en este ambiente un soldado(mujer) se asocia con un compañero como amigo, se ayudan mutuamente en peleas y apuros, como lo hacían los demás del mismo sexo. Más dificil parece pasar desapercibida la anatomía femenina, aunque consta que algunas se ponían ropa justa y emplastos que atrofiaban sus senos. En lugar de pene , todo tipo de artilugios o prótesis. Sólo al caer heridas y si la herida era grave, intervenían los médicos, o los compañeros en las curan que delataban el engaño.

El caso de "La monja alferez", que pasó a la literatura, hace referencia a una asturiana que estando interna como novicia en un convento, llamó "viuda caliente"  a una compañera, la obligaron a pedir perdón, pero ella prefirió escaparse, para lo cual no encontró mejor solución que alistarse en el ejercito y embarcar para América. Es uno de los pocos casos en los que la aventura es reconocida como mérito y recompensada, por lo general  eran tratadas como mentirosas, impostoras.

Los amores de la Dama de Arintero que se relaciona con su amado en el campo de batalla de Tiedra es muy poco frecuente, lo cual le da a su historia mucho mérito,

 

 

Otro motivo frecuente para travestirse de por vida era despistar a la justicia, dificultando el reconocimiento. Santa Tecla y santa Margarita, se vistieron de hombre para huir de pretendientes a casamiento.

El caso de La Dama de Arintero, es de los más rocambolescos,  por sus causas ya que no la empuja ni la miseria, ni es fugitiva. Es el amor de hija  dispuesta a arriesgar su vida por el padre. Su amor vivido románticamente, el haber servido a la ganadora (Isabel) y haberla burlado.La muerte simulada, da a su vida características mitológicas. La anécdota del abanderado portugués parece un exceso interpolado, pues la historia oficial nos cuenta que dicho alférez existió y el episodio es cierto, pero la bandera se la arrancó el noble eclesiástico que mandaba las tropas, cardenal Mendoza.

 

El criptocura o la ermita de San Chupo pasarán a la historia como aciertos narrativos. El maestro que ató a su alumna al pesebre por no saber leer, el "topo de la Mata"....O el chopo de Valdepiélagos plantado por el furtivo, que crecía más que los demás sólo para joder al guarda, son fotos fijas que captan tipos más frecuentes de lo que podría pensarse.

 

En el desvío de Arintero se puede pasear por los restos de la antigua Calzada. Mientras se pasea si se miran fijamente a las rocas se antojan los rostros de Curueño, Polma y Canioseco que no está dispuestos a que nadie holle su tierra y el centurión romano en su empeño por ensanchar el Imperio.

Lo que nos explica J.LL. es son la cuevas de Llamazares (Desvío en Valdelugueros a la izquierda). Este pueblo museo es digno de encomio. Véase apartado Cuevas de llamazares en esta Web .

Si nos animamos a continuar hasta Redilluera, el pueblo siguiente por la carretera, de donde procede el fósil de lepidondendron (300 millones de años) que se expone en Llamazares. Es el pueblo donde más años se vive de España. No obstante está semivacío. Otro record de este pueblo es no haber sido quemado en la última guerra civil, al contrario que todos los de la zona que en táctica de tierra quemada fueron devastados. Una anciana armada con una vieja escopeta hizo frente a la partida que se encargaba del arrasamiento, estos al ver la determinación de la señora  optaron por dejarla a ella y a su remoto pueblo.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mapa esquemático de la zona