¿ que es una cofradía ?
CABANILLAS RENUEVA EL VOTO DE SANTIAGO
(23-5-844/9-9-2017)
3 heminas de centeno era el pago que el pueblo de Cabanillas pagaba a la diócesis de Santiago desde su creación (?) en el s. XII hasta su abolición en 1812. Se justificaba este impuesto en agradecimiento a la ayuda prestada por Santiago en la batalla de Clavijo (a. 844), de resultas de la cual se liberó el reino del impuesto de las cien doncellas (cantaderas) que se pagaba a Córdoba. El pendón de Clavijo (lo que queda de él) se custodia en Astorga.
Este impuesto ha seguido pagándose simbólicamente, por los reyes de España, por medio de la ceremonia llamada “Voto de Santiago”.
En la reciente visita a Santiago organizada por la Cofradía (9-9-2017) y la correspondiente visita al obispo auxiliar Mons. Jesús Fernández, se le expresó la identificación de Cabanillas con el ideario Jacobeo. Asimismo se le hizo entrega de un banderín con un corbatín en el que se hace mención al Voto.
Imagen del relieve alusivo a Clavijo, existente en la catedral de santiago. Es el documento más antiguo que se conserva de dicha batalla. Aunque historiográficamente algunos críticos consideran que dicha batalla es una invención legendaria, eso no le quita valor, pues legendarios son también Juana de Arco o San Jordi, y nadie los desmerece por ello…..En León es conocido el rito de las “Cantaderas” como impuesto humillante, pero es menos conocida su cancelación y el oneroso impuesto consiguiente a favor de Santiago, vigente hasta la Constitución de Cádiz.
El botafumeiro hizo su formidable vaivén para admiración de los excursionistas que se acercaron a Santiago. Para ver clikar siguiente enlace:
https://drive.google.com/open?id=0B3jM7EOyDirnUDhiUlhxclBwVEE
Después de la solemne ceremonia religiosa se celebró un encuentro en la sala de conferencias de San Martín Pinario, en el cual departieron los presentes y se hizo entrega a mons. Jesús Fernández del banderín bordado para la ocasión, en el que se le nombraba cofrade de honor y al que junto con el símbolo de la Cofradía se habían añadido el lema heráldico del Obispo “evangelizare pauperibus” por una cara y “una misa más al pobre” por la otra. Este último lema está tomado de uno de los preceptos de la regla de 1613, que por su concordancia se trae a colación. Nos prometió que colgaría el obsequio en un lugar destacado del palacio episcopal.
La fuente del claustro sirvió como escenario a la charla amigable posterior al acto protocolario. Una jornada inolvidable.
El banderín replica entregado, que se colgará en la ermita como recuerdo.
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Edificio de la ermita, al fondo la Iglesia de san Salvador
La pervivencia en Cabanillas de la Jurisdicción, León, de una cofradía, bajo la advocación de “El Bendito Cristo”, es digna de reflexión para el paisano interesado en las tradiciones, como manera de profundizar en el sentimiento de las gentes de estas tierras.
La ermita actual, ampliación de otra anterior, es la residencia de la institución, se conserva en buen estado gracias al aprecio que por ella sienten los vecinos y los cofrades.
Imagen de la ampliación al principios del s. XX. En esta ocasión no hubo suficientes fondos para terminar la obra. En el libro de fábrica se anotó: “otro la terminará”. Además del valor documental esta foto tiene valor sociológico. Obsérbese como se marca la escala social: en el centro el cura, capa y bonete, a su lado el vecino de confianza, tío Pedro, prudencialmente la persona colaboradora se orilla, y las dos mujeres se automarginan pensando que están fuera del campo de la cámara. Aunque la obra se paraliza, la actividad religiosa se mantiene como lo atestigua la cuerda que pende del badajo de la campana.
Se conserva la REGLA AUTÉNTICA (1613) y la relación de hermanos, cofrades y cofradas (sic), actas de sus cabildos (reuniones) y otros documentos relevantes que han sobrevivido 400 años a guerras, calamidades e incurias. En algún momento se dieron por perdidas, resultando que realmente no estaban perdidas sino escondidas para librarlas de la furia destructora que arrasó los archivos de muchas cofradías..
Actualmente la denominación canónica es de “Asociación de fieles”, con estatutos vigentes de 1995.
“rejo” base del báculo del juez
Orgánicamente esta regida por una comisión de gobierno , compuesta por un Abad-Juez, un secretario y un tesorero. El órgano consultivo lo componen los abades en número no determinado. Los cargos se eligen por coptación, a ruego de los cargos salientes.
La función del Juez es ejecutiva, los abades cumplen una función auxiliar. Esto parece ser un residuo de los tiempos en los que el juez tenía “poder para tomar prendas”, requisando bienes a los cofrades que no cumplían sus deberes de cuotas y multas. El orden en los actos y reuniones es también responsabilidad del sr. JUEZ, cuya denominación actual es “juez de penas” si bien se ocupa mayormente de coordinar el funcionamiento general.
Como todas las cofradías centenarias ha pasado por diferentes épocas, sobreviviendo a crisis de todo tipo.
En las Cortes de Nieva (Monasterio de Santa María la real de Nieva) N. Recopilación(Enrique IV) se estableció que la función de las cofradías es “soterrar a los muertos y organizar cogüerzos (comidas) en las casas de duelo”. Establece también que sólo prodrán tener actividades pías (buenas socialmente). Este acuerdo vino a solucionar abundantes desviaciones producidas por acumulacción de acuerdos ajenos a los fines originales. Por eso las cofradías que conocemos hoy son como mucho de esta época, porque exigió revisión general de reglas. Posteriormente en el s. XIX se volvieron a revisar masivamente las reglas, el Obispo de León Pedro Luis Blanco (1800 y sgtes.), ilustrado, fue especialmente meticuloso en la revisión de normas. Téngase en cuenta que las cofradías extendieron sus funciones incluso a la colonización, repoblaron el valle del Bernesga, lo cual en ocasiones las apartaba de su origen porque llegaban a administrar cantidades considerables de bienes. Además eran beneficiarias de censos, rentas que dejaban al morir sus cofrades, por lo que llegaron a acumular patrimonio. Fueron desamortizadas en el s. XIX.
El auxilio mutuo en los sepelios era una necesidad en las aldeas, realizando una labor de acompañamiento, apoyo físico y moral, imprescindibles. Por lo tanto muy valorada.
En la piedad popular las obras buenas realizadas con los vecinos (prójimos) era una manera de redimir los pecados propios, por lo que se promocionaba una vida comunitaria de hermandad (frade=hermano, cofrade=comunidad de hermanos)
En esta idea de ayuda encajaba el auxilio al peregrino, que originariamente se ponía en camino para espiar sus pecados. Ayudando al peregrino se cumplía con el precepto caritativo y se concitaban sobre el auxiliador los beneficios que los méritos del peregrino le reportaran.
Este concepto no siempre se mantuvo puro, pasando por épocas en las que la peregrinación era una forma de mendicidad, Valle Inclán en Cara de Plata el maragato al peregrino: “con el invento del hábito, vives del cuento como el gobierno”.
En esta puerta próxima a la ermita se aprecia la devoción a la Cruz marcada rudimentariamente. En el imaginario popular las almas en pena adoptaban formas de animales, insectos, para hacer el Camino que no habían hecho en vida. La Vía Láctea era una procesión de almas en pena que se dirigían a Santiago…..
No obstante hubo épocas de fervor, en las que los poderosos promocionaban el camino como manera de asegurarse su salvación eterna. Baste el ejemplo de D. Suero de Quiñones el del “Paso honroso” que finalizado su reto emprendió camino a Santiago, dejando el aro de hierro como exvoto. En la heráldica de la zona (mayorazgo de Cuadros) figuran la cruz de Santiago y las conchas jacobeas. La cofradía tuvo un hospital, donde los necesitados reponían fuerzas, pues no era raro que perecieran en el camino. Lo que llamaban hospital no pasaba de ser un refugio, al abrigo de las inclemencias, donde se proporcionaban los escasos remedios de la época. La REGLA prescribe que se debe rezar más por los pobres que por los ricos, ya que los ricos pueden pagarse oficios religiosos.
Las Ánimas, los difuntos, sus sufragios estaban muy presentes en la vida de las gentes porque la muerte estaba muy presente en su cotidaniedad, a través de la mala alimentación, excesivo trabajo, guerras, pestes. El culto a las reliquias (variante católica de los talismanes, conjuros, etc…) estuvo muy arraigado hasta el Concilio de Trento. Fue el gran motor del Camino. Particularmente este ramal de San Salvador, era un atajo para llegar a la Cámara Santa de Oviedo, visitar sus reliquias incluida la Sábana Santa y otras muchas acumuladas después de siglos.
Imagen titular de la Cofradía
En nuestros días el Camino se ve como forma de promoción turística y cultural. No podemos olvidar que el “turismo religioso” tiene gran importancia económica. La difusión de la cultura trae como consecuencia que grandes masas quieren apreciar personalmente el ingente patrimonio artístico, haciendo verdad el dicho de que somos un “museo al aire libre”.
Las andas sobre las que se transportaban los difuntos permanecen, aunque su uso ha sido relegado, su rótulo “CONFRADÍA BTO CTO CABANILLAS” nos recuerda con su arcaismo “confradía” la volatilidad de la vida humana.
En un pueblo tan modesto como Cabanillas podemos apreciar una imagen románica de San Pelayo niño, superviviente de su iglesia original, llevada por una crecida del río Bernesga junto con su aldea. Con su sola presencia nos habla de la batalla de Valdejunquera (a. 920), Emirato de Córdoba, prisioneros, rescates, reino de León, reino de Navarra….ni la carcoma ni los siglos han conseguido borrar este testigo, protegido por el respeto que le profesan los vecinos. Hoy se habla de los peligros que internet supone para la infancia….los peligros a los que están sometidos los niños que caen en manos de mayores desaprensivos ya los tenían en cuenta las gentes en Cabanillas desde hace siglos, que adoraban a Pelayín, con su actitud discursiva y su libro en la mano.
La festividad de la Cruz, es uno de los fines de la cofradía, se celebra el segundo domingo de Mayo, con gran afluencia de ribereños. Conserva el espíritu de hermandad y armonía, mesa surtida de escabeche y vino en convivencia grata.
“que ningún cofrade lleve armas a la cofradía, y el que las llevare las entregue al juez pena de un cuarterón de cera”
“paguen cada uno de los hermanos un celemín de trigo entre marido y mujer, siendo viudo o viuda la mitad, el mes de abril de cada año, siendo esto para repartir entre todos los hermanos el día de la Festividad de la Cruz y los despojos que queden los agregamos para refección del templo.”(a.1847)
¿Quien puede ser cofrade? Aunque la exigencia pasó por distintas épocas, las normas son claras. No puede ser admitido quien esté enemistado con algún cofrade. “Háganse amigos y si es buena persona sea admitido” “No sea admitido persona perverso (n.b.: que altere las costumbres), ni revoltoso,ni que no tenga habilidad”. Era un factor de integración social, el individuo necesitaba a la cofradía, ésta estaba pensada para suavizar los conflictos interpersonales, el medio era disuadir a las personas potencialmente conflictivas. Para garantizar el normal desarrollo de los cabildos (reuniones) se establece : “..cuando estuviéremos juntos en cabildo ninguno diga a otro palabras injuriosas, ni eche juramentos por Dios ni los santos ni revuelva ruido en la Compañía, so pena de cien maravedis y en lo mismo sea castigado el que abogare por él. El juez haga el pago y cobre dos reales de costas” Renunciaban expresamente a dirimir conflictos fuera de la autoridad del Juez, con posible apelación al párroco y al obispo. En épocas con economía deprimida las obligaciones en cuotas y multas resultaban muy onerosas para los más pobres. Especialmente las relativas a dar de comer a todos los asistentes al velatorio y al entierro. “el día que muriere así marido como mujer haya de dar a la cofradía doce molletes de a libra y media cántara de vino a los cofrades que se hallaren al entierro y dos reales para reparo del hospital y ermita de la Cruz lo cual se cobre de sus bienes y herederos”. Ello dio lugar a conflictos que se zanjaron poniendo límites-techo la autoridad eclesiástica. El difunto debía pagar de sus bienes “dos azumbres de vino y cuatro panes, leña la que sea menester y no más” (22 de Mayo de 1613)
Jura de nuevos cofrades
Otro elemento que garantizaba la paz social era el hecho de que el ámbito de la Cofradía era superior al Concejo, de forma que aunque la residencia estaba en Cabanillas, había cofrades vecinos de La Seca y de Cascantes con los mismos derechos, llegando a ocupar cargos y a reunirse en estas localidades el Cabildo.
Una muestra del cuidado con el que se redactaba la Regla es el hecho de que en el prefacio o preámbulo se establece que podrán cambiarse sus disposiciones cuando por el transcurso del tiempo sea evidente que no sirven. Ampara esta revisión en el sabio Salomón , Libro de la Sabiduría,”porque todas las cosas que hay bajo el cielo quieren tiempo y razón,y las cosas que en algún tiempo son amadas en otro son habidas por malas”
Esta imagen condensa la “concurrencia entre pueblos” prevista en la Regla. Sariegos,Valsemana,Cabanillas,Cuadros.
La dureza de la vida de nuestras abuelas queda patente en esta fotografía. En la Regla dice que su devoción a la Cruz les servía de “amparo y fuerte muro” , máxime si comparamos el aspecto de la mujer vestida de blanco, universitaria ayudante de Menéndez Pidal, con el aspecto de nuestras antepasadas, algunas de las cuales, las menos, como en este caso llegaban a sobrepasar los 90 años.